sábado, 24 de octubre de 2015

Viaje de Nueva Granada a China y de China a Francia de Nicolás Tanco Armero

Reseña. Viaje de Nueva Granada a China y de China a Francia

Los viajeros encontraran en este libro una guía que no les dejará extraviar, y un cicerone que con variada y amena erudición les irá instruyendo en su camino, señalándoles los sitios notablemente celebres, las inscripciones de curiosa arqueología y de interés histórico; los usos, costumbres y civilización de los pueblos que se encuentran en este largo itinerario. Ahorraran, además, lo que no es poca ventaja tiempo y dinero, no ejercitaran la paciencia, evitaran sinsabores, molestias y contrariedades que son siempre el sequito de todo aprendizaje. Viaje de Nueva Granada a China y de China a Francia hace un recorrido en tres secciones: la primera comprende Nueva Granada, San Thomas, Jamaica, La Habana, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Malta, Egipto y Ceilán; la segunda; China y la tercera está consagrada al regreso de Tanco Armero a Francia por Palestina.
Apresurémonos  a conocer este famoso imperio de China ahora que la novedad nos convida y que la ocasión se presenta.
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Viaje de Nueva Granada a China y de China a Francia

Autor: Nicolás Tanco Armero
Editorial: Fondo Editorial Universidad Eafit
Edición: Primera Colección Rescates, 2013
Formato: Libro
Rústica, 15 x 21.5 cm
529 páginas
Peso: 0.743 kg
ISBN: 9789587201857
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Tomahttp://www.librosyeditores.com/tiendalemoine/ciencias-sociales-y-humanas/3234-viaje-de-nueva-granada-a-china-y-de-china-a-francia-9789587201857.htmldo de;
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El colombiano que descubrió China

A propósito de la visita del presidente Santos al Imperio Celestial, esta es la historia del aventurero que hace 160 años se convirtió en el primer colombiano en llegar a Asia.

Recorrer el mundo en el siglo XIX en nada se parecía a lo de hoy. Los viajeros solían vivir tantas peripecias y descubrir culturas tan desconocidas que al volver a casa era casi obligatorio sentarse a escribir un libro. Estas crónicas eran la única manera de conocer cómo vivían otros pueblos, cuando la comunicación era virtualmente inexistente. Los destinos, entonces idealizados y apartados, eran casi siempre los mismos: Italia, España, Alemania y, por supuesto, Francia. Ocasionalmente alguno se aventuraba a Grecia o a Tierra Santa. Pero muy pocos viajeros llegaron tan lejos como Nicolás Tanco Armero, un cazafortunas que se convirtió en el primer colombiano en pisar tierras chinas.

El aristócrata bogotano, hijo del último ministro de Hacienda de Simón Bolívar, se había metido en problemas con el gobierno liberal de José Hilario López y resolvió buscar fortuna en otros lugares. En 1853, con apenas 21 años, dejó la Nueva Granada y comenzó una travesía que le conduciría a Jamaica, Francia, Egipto y Ceilán (hoy Sri Lanka), antes de recalar en Hong Kong.

Los detalles de su apasionante periplo quedaron grabados en las páginas de Viaje de Nueva Granada a China y de China a Francia. El punto central de su relato fue el tiempo que pasó en el Imperio Celestial, un "país vedado por tantos años a la luz de la civilización". 

Tanco viajaba sin un rumbo fijo, pero uno de sus primeros destinos marcó el resto de su itinerario. En Cuba, entonces todavía colonia española, varios empresarios le encomendaron una misión muy rentable: traer mano de obra china a las plantaciones azucareras de la isla. Así que, dos años y una decena de países después, llegó al puerto de Hong Kong. 

Mientras intentaba reclutar coolies, Tanco llenaba sus cuadernos de viaje con detalles de la cultura que tanto lo había maravillado: las cabezas rapadas y trenzas largas de los hombres, las almohadas de madera o las leyes que prohibían el matrimonio entre músicos y comediantes. "Es un hecho digno de observación que casi no hay acto en la vida que los chinos no ejecuten exactamente al revés de nosotros", concluye.

Los extranjeros solamente tenían permiso para visitar cinco puertos chinos. Al colombiano, sin embargo, le producía mucha curiosidad ver cómo era la vida "China adentro". "Los europeos se hallan encerrados en un cuadrito y ¡ay del que se atreva a pasar los límites! que será destrozado por los habitantes, que no pueden tolerar la visita de los 'fanguais' o diablos de Occidente", escribe.

Pero Tanco logró convencer a un misionero británico que aceptó guiarlo con la única condición de que se disfrazara. "Me fue preciso acceder a esta justa exigencia. No sin gran pena, pues tenía que raparme la barba y la cabeza", relata. También tuvo que usar unos pantalones bombachos, una saya y zapatos de madera.

Durante la excursión una multitud intentó apedrearlos. En medio de sus nervios, Tanco sacó una pistola e hirió a sus perseguidores. La muchedumbre se abalanzó sobre ellos y los capturó para llevarlos ante el virrey de Fuzhou. Los dos hombres temían por sus vidas: "Cuando se trata de ser cruel, los asiáticos lo son en superlativo grado". Pero se libraron de esa suerte gracias a los oficios del cónsul inglés.

El frustrado comerciante decidió emprender el viaje de regreso. Acababa de estallar la Segunda Guerra del Opio y era una locura permanecer allí. Finalmente arribó a Bogotá en 1860, siete años después de haber partido. Pero no pudo quedarse mucho tiempo. Luego de casarse, organizó dos viajes más, en compañía de su esposa, a Filipinas, Indonesia, China y Japón. Ya no era un muchacho en busca de su destino, sino un trotamundos, el primero del país.
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Tomado de;

 | 2012/05/05 00:00


http://www.semana.com/gente/articulo/el-colombiano-descubrio-china/257526-3
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Nicolás Tanco Armero y el "El equipaje amarillo" de la escritora cubana Marta Rojas

Armando Moreno Sandoval


De nuevo, la novela "El equipaje Amarillo" de la escritora cubana Marta Rojas, ha sido publicada en mandarín. Es su cuarta edición. La novela gira alrededor Nicolás Tanco Armero. Un colombiano con raíces tolimenses hondanas, quien, a sus 21 años viaja a Cuba después de pagar tres meses de condena en una cárcel bogotana. Por supuesto, que son los tiempos del Nuevo Reino de Granada.


Tras una estadía de tres años en la isla —desde el 6 de enero de 1852 hasta el 25 de febrero de 1855— Tanco Armero sale para Europa para luego embarcarse a la China. Viaja como agente comercial con el único propósito de importar chinos como esclavos y, así, suplir la recién liberada mano de obra esclava africana en las plantaciones de azúcar y café.

Si los chinos acaban de hacer otra edición, pienso que, Marta Rojas, se ha ganado un sitial en la Ciudad Prohibida junto a su primo y hondano Félix Manuel Tanco y Bosmeniel, Zheng He, Brunilda, el sabio señor Lu, María Cristina Luango, Rosa Laguna, Fan Ni y Carlos Ascona, personajes estos que recorren casi las 300 páginas de su novela.

Orquestar voces con sus respectivas mentalidades es lo que hace que Marta Rojas, a mi entender, atrape al lector desde el comienzo. Pues dichas mentalidades no solo están atrapadas en su propio tiempo histórico sino, que, también lo están en su propio tiempo antropológico. 


Estos dos tiempos es lo que hace que la novela sea a la vez un palimpsesto y caleidoscopio de culturas que dialogan desde su propia mentalidad o a lo largo de sus singulares tiempos históricos. Es el retrato que hace magistralmente de Nicolás Tanco, pues, a través de él, apreciamos una mentalidad que en algunas pasajes de su vida se vuelve comprensivo, huraño e impositivo hacia el otro. Aunque el personaje cobra relevancia a lo largo de la novela por su posición y oficio dentro de la sociedad de la época, una voz subalterna, como la de su sirviente chino Fan Ni, emerge con fuerza generando un equilibro intercultural. 

Es más, lo que se percibe también es un dialogo intercultural representado a través de estos dos personajes. 

El Equipaje Amarillo en mandarín

Dialogo y equilibro intercultural que es complementado, aunque con poca fuerza, con otras expresiones culturales como las que recrean el mito del Moján, el hechizo, los tambores y las flautas. Que en otras palabras no es más que la expresión y el aporte de las culturas caribeñas y africanas al palimpsesto y caleidoscopio que señale pero que, al final de cuentas, son estas culturas las que terminan tomando relevancia. 

Si el lector es acucioso, no es la cultura de Nicolás Tanco la que se impone (blanca, educada, de comportamientos refinados, de buenas maneras en la mesa y en el vestir, etc.), pues, su cultura prácticamente termina en el exilio y en una pequeña nota de periódico que, por cosas del azar, es rescatado del olvido. Sin lugar a dudas son las culturas subalternas (sobre todo la africana negra, y en menor proporción la china) las que terminan imponiéndose. 

Pienso que esa voz en tercera persona que recorre toda la novela organizando las vidas y los diálogos de los personajes, al hacer mención del testimonio de Carlos Ascona, el hijo de Fan Ni con Rosa Laguna, nos dice que ese encuentro intercultural es la síntesis antropológica de lo que construyó la sociedad cubana desde mediados del siglo XIX hasta lo que va del siglo XXI. Pues lo que expresan esos personajes más que un choque es un dialogo de culturas que, por supuesto, terminó pariendo novísimos tiempos históricos y antropológicos.

Y todo por un colombiano que prefirió empacar maletas y huir de una sociedad que lo tenía harto y fastidiado.
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viernes, agosto 28, 2015

Tomado de;
http://letrasenelojo.blogspot.com.co/2015/08/nicolas-tanco-armero-y-la-novela-el.html
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Sobre ; Félix Manuel Tanco y Bosmeniel
http://www.colombiaaprende.edu.co/html/mediateca/1607/articles-113109_archivo.pdf