Bertolt Brecht.
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"AHORA VIENEN POR MI, PERO ES DEMASIADO TARDE"
«Primero se llevaron a los judios,
pero como yo no era judio, no me importó.
Después se llevaron a los comunistas,
pero como yo no era comunista, tampoco me importó.
Luego se llevaron a los obreros,
pero como yo no era obrero, tampoco me importó.
Mas tarde se llevaron a los intelectuales,
pero como yo no era intelectual, tampoco me importó.
Después siguieron con los curas,
pero como yo no era cura, tampoco me importó.
Ahora vienen por mi, pero es demasiado tarde.»
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SSOBRE LA INCREÍBLE HISTORIA DE UN POEMA QUE BERTOLT BRECHT NUNCA ESCRIBIÓ
(Alberto J. Franzoia)
"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
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Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
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La historia de este famoso poema esta atravesada por el error frecuente, la contradicción existencial, el cambio permanente de sus formas, la aprobación post mortem de su versión escrita y la desfachatada falacia de ciertos “demócratas”. No pertenece a quien con frecuencia se le ha atribuido; nunca fue escrito exactamente como lo conocemos por su verdadero creador; sufrió numerosas modificaciones en su construcción; la versión finalmente aprobada es la que dio la segunda esposa del autor, Sibylle Sarah Niemoeller-von Sell, cuando éste ya había fallecido; y, además, fue vaciado de un fragmente de su contenido real por aquellos que se autoproclaman asiduamente los máximos exponentes de la democracia y el pensamiento libre.
Desmenucemos entonces cuál es la historia de un poema sin título pero que suele ser presentado como “Ellos vinieron”. Lo primero que hay que decir es que el error lo ha acompañado por años, ya que ha sido atribuido en reiteradas ocasiones al dramaturgo y poeta alemán Bertolt Brecht (1898-1956) sin que el mismo tuviese ninguna responsabilidad al respecto; error que se ha multiplicado hasta el hartazgo desde que existe Internet. Este medio maravilloso que ha revolucionado la historia de las comunicaciones, transmitiendo a gran velocidad y a una enorme cantidad de seres humanos distribuidos en todo el mundo información y conocimientos verdaderos, también es el responsable de amplificar errores y falacias como ninguno. Ocurre que el verdadero gestor de lo que hoy se conoce como el poema “Ellos vinieron” fue el alemán Friedrich Gustav Emil Martin Niemöller (1892-1984), quien a lo largo de su curiosísima historia de vida recorrió el largo camino que va desde la condición de comandante de un submarino alemán durante la Primera Guerra a pastor, y de su inicial apoyo como pastor al nazismo hasta la lucha contra las guerras desatadas por el imperialismo, al punto de visitar en 1965 Vietnam del Norte para reunirse con Ho Chi Minh.
Niemöller tenía una visión prejuiciosa del movimiento obrero y manifestaba serias simpatías por el antisemitismo, todo lo cual lo condujo casi con naturalidad en la Alemania de los años treinta hacia el apoyo a Hitler. Sin embargo, sus diferencias con el régimen se fueron desarrollando poco a poco, pasando a la indiferencia y luego a oponerse a que su iglesia fuese funcional a las imposiciones nazis, pues consideraba que su único referente sólo podía ser Dios. Esta nueva situación lo condujo, como era de esperar en una coyuntura política dominada por la expresión más bárbara que ha gestado el capitalismo, en un primer momento a prisión y luego a los tenebrosos campos de concentración del nazismo, siendo recluido tanto en Sachsenhausen como en Dachau.
Recién cuando en 1945 termina la Segunda Guerra recuperó la libertad regresando a su actividad como pastor protestante. Y fue precisamente durante sus sermones cuando comenzó a gestar paulatinamente, con modificaciones introducidas en cada uno de ellos, el poema que estoy considerando. Pero la que finalmente se convertiría en la versión escrita aprobada es la que dio su esposa Sibylle Sarah Niemoeller-von Sell, quien había escuchado por primera vez al que muchos años más tarde sería su compañero cuando era apenas una niña. Esta mujer, que provenía de una aristócrata familia prusiana, siendo ya una adolescente llegó a enfrentar a los nazis con un arma en sus manos. En Argentina uno de los mejores recitados del poema considerado es el de la talentosa actriz Cipe Lincovsky. En 2006, al cumplirse 50 años de la desaparición física de Bertolt Brecht ella realizó el unipersonal “Cipe dice a Brecht”.
La historia del poema no es ajena a la propia historia de vida del Martin Niemöller, quien en un giro de 180º pasó de su inicial complicidad con el régimen nazi hacia el compromiso militante por la paz. Su increíble metamorfosis ideológica lo condujo en el final de su vida, cuando ya había alcanzado los 90 años y se autodefinía como un revolucionario, a expresar irónicamente que si viviera hasta los 100 quizás acabaría siendo anarquista. Este hombre pues ha sido el verdadero responsable de un poema famoso que recorrió el mundo rodeado de equívocos.
Como dato nada menor, para culminar el sintético relato de esta apasionante historia, cabe acotar que allí donde el capitalismo occidental intenta definir lo que sería su paradigmático estilo de vida, Estados Unidos de Norteamérica, y en un espacio reservado a la muy necesaria memoria del horror, como es el Museo del Holocausto en Washington, la presentación del poema tiene una curiosa e inquietante particularidad (otra más), se le ha amputado nada menos que su primera frase, aquella con la que Niemöller invariablemente iniciaba su exposición:
"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.”
La Plata , julio de 2011
Pero el poema es del aleman
Martin Niemöller
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Cuando los nazis vinieron por los comunistas
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Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.
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Martin Niemöller
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Cuando los nazis vinieron por los comunistas. Martin Niemöller
Mi última incursión en poesía iba un poco de broma, buscando una sonrisa. Hoy os enseño otra forma muy diferente de hacer poesía, una denuncia. Hoy traigo a mi estantería virtual, Cuando los nazis vinieron por los comunistas.
Niemöller se graduó como oficial naval, combatiendo en la Primera Guerra Mundial. Estudió teología al terminar la guerra y, como cura, apoyó la política de Hitler. En 1933 reacciona en contra del nazismo y funda la Iglesia Confesante para oponerse a la nazificación de las iglesias alemanas, lo que le supone un arresto y juicio por participación en actividades contra el Estado, permaneciendo en Dachau hasta 1.945.
En este poema nos habla de las consecuencias de no ofrecer resistencia a las tiranías, vemos como va pasando por los grupos oprimidos en una suerte de acto de contrición de lo que ha sido su vida porque, traicionando al resto, qué podía esperar él... No quedaba ya nadie para defenderlo. Nos deja como testimonio de su vida este amargo poema en el que falta decir que pasó de ultraconservador que apoyaba al kaiser a pacifista, y luego a revolucionario. Las personas reaccionamos de formas muy diversas, en este caso extremas.
Entiendo que no traigo un poema común, que es posible que no os guste, pero es un poema con una historia detrás. Una historia dura que se escribió con letras de sangre. Y la literatura cumple muchas veces la función de ser testigo de la historia.
¿Me podéis recomendar más poemas con historia?
Gracias
Niemöller se graduó como oficial naval, combatiendo en la Primera Guerra Mundial. Estudió teología al terminar la guerra y, como cura, apoyó la política de Hitler. En 1933 reacciona en contra del nazismo y funda la Iglesia Confesante para oponerse a la nazificación de las iglesias alemanas, lo que le supone un arresto y juicio por participación en actividades contra el Estado, permaneciendo en Dachau hasta 1.945.
En este poema nos habla de las consecuencias de no ofrecer resistencia a las tiranías, vemos como va pasando por los grupos oprimidos en una suerte de acto de contrición de lo que ha sido su vida porque, traicionando al resto, qué podía esperar él... No quedaba ya nadie para defenderlo. Nos deja como testimonio de su vida este amargo poema en el que falta decir que pasó de ultraconservador que apoyaba al kaiser a pacifista, y luego a revolucionario. Las personas reaccionamos de formas muy diversas, en este caso extremas.
Entiendo que no traigo un poema común, que es posible que no os guste, pero es un poema con una historia detrás. Una historia dura que se escribió con letras de sangre. Y la literatura cumple muchas veces la función de ser testigo de la historia.
¿Me podéis recomendar más poemas con historia?
Gracias
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Tomado de:http://entremontonesdelibros.blogspot.com.co/2012/08/cuando-los-nazis-vinieron-por-los.html
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Bibliografia
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http://www.taringa.net/post/ecologia/14703148/Ahora-vienen-por-mi-pero-es-demasiado-tarde.html
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http://entremontonesdelibros.blogspot.com.co/2012/08/cuando-los-nazis-vinieron-por-los.html
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http://citas-comunidad.com/citas-bertolt-brecht
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http://www.homohominisacrares.net/php/articulos.php?num_revista=16&cod_articulo=137