El virus lejos
la calma es Honda
la brisa del Guali
soplando las quietudes del caliente ambiente, la vida temerosa se
resguarda en la familia,
lo elemental se vuelve lo importante
lo urgente tan solo comunicarse pronto con los hijos que desde lejos
comparten su amor al compas del bullicio de los nietos.
Los amigos ahora, mas cercanos, mas profundas las relaciones que lo
cotidiano nos arranca.
Las calles vacías mostradas con antiguas
o furtivas fotos
y mientras tanto TODOS,
tal vez por primera vez iguales,
con el mismo derecho a escuchar el silencio.
ASDF abril 10/20
